¿Es posible que se inunde La Manga del Mar Menor?, ¿se secará el Ebro a su paso por Zaragoza?, ¿la fauna marina puede desaparecer del fondo de las islas Cíes?, ¿las plagas arrasarán los naranjos de Valencia?, ¿desaparecerá el glaciar de Monte Perdido?… El libro Photoclima: Imágenes de un futuro afectado por el cambio climático muestra cómo será el futuro de distintos parajes españoles, según las estimaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC), si no se actúa contra este grave problema medioambiental.
La próxima reunión del IPCC, recién galardonado con el Premio Nobel de la Paz, tendrá lugar la semana que viene en Valencia. Greenpeace quiere con este libro advertir de la urgencia de actuar contra el cambio climático si no queremos que se hagan realidad las imágenes que alberga.
El libro se articula en torno a seis temas y lugares distintos. Los ríos mediante la emblemática imagen del río Ebro a su paso por Zaragoza. La agricultura reflejada en las plantaciones de naranjos de Valencia. Las montañas representadas por sus formaciones glaciares como las de Monte Perdido en el Pirineo. El mar fotografiado en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas en Galicia y en la Manga del Mar Menor en Murcia, los bosques a través de la imagen del Parque Natural de los Alcornocales en Cádiz; y, por último, las personas más vulnerables y con menor responsabilidad ante el cambio climático: los inmigrantes que llegan a España porque no tienen recursos para sobrevivir en África.
Cada uno de los temas cuenta además con un relato escrito por personalidades de gran relieve en el mundo de las letras, escritores de la talla de José Saramago, Rosa Regás, Manuel Rivas, Iñaki Gabilondo, Jane Goodall, Miguel Delibes de Castro y Joaquín Araujo han colaborado conscientes de la gravedad de la situación, y de la importancia del momento en el que estamos.
Laura Pérez, responsable de Comunicación de Greenpeace.
La propuesta del ministerio de recuperar la costa me suena a pretexto para indemnizar con dinero público todo lo que el mar se va a tragar en unos años.
Mejor dedicar el dinero a otras cosas, el mar ‘tomará’ por sí solo lo que algunos han pavimentado
Cero euros para ‘indemnizar’ a los asfaltadores de la costa. Si se derriba que sea sin pagar un duro.
Esto de ‘expropiar’ empresas ruinosas con pretexto ecológico ya se ha hecho con alguna estación de esquí que hacía años que no vehía la nieve…
El dinero público no es para financiar a los que se han comido literalmente la costa.
Estimados amigos,
No debemos empezar por nosotros mismos? No seria interesante que Greenpeace no enviara nada en papel? Podriamos comparar la contaminacion producida por un mail o un blog frente a un folleto de papel? (aunque sea reciclado)
Yendo mas alla, quizas podria ser interesante proponer a las empresas un sistema por el cual rechazamos toda informacion en papel y la cambiamos por mail, aunque sea spam?
No es cierto que quien mejor lucha contra el cambio climatico son los arboles y plantas? Cada arbol de menos, cuanto CO2 es mas?
Saludos
Luis
También deberíamos replantearnos como se está difundiendo el mensaje de la lucha contra el Cambio Climático. No se puede culpar a los ciudadanos de una situación a la que nos ha llevado las grandes corporaciones y los gobernantes.
Un ejemplo. En estos días el diario El Mundo publica un test para medir “La Huella Ecológica”, es decir un cálculo sobre la cantidad de CO2 que produce cada ciudadano. El Test para empezar no distingue entre la energía de fuentes alternativas y de la producida por combustión de energías fósiles. Algo bastante injusto ya que no son los ciudadanos los que eligen la política energética que sufren. Y por último el simpático test compara producir poco CO2 con ser un habitante de México, de Gabón o un ermitaño. ¡Que guay!. La cuestión no es sólo que El Mundo quizás sea el periódico digital más leído en el mundo hispanohablante y que no es el primer test jueguecito que veo que da resultados similares. No es esa la cuestión, ya que supongo que en todos los casos lo hacen con buena intención… supongo. Pero nuevamente se compara una producción de energía limpia con vivir en el tercer mundo, cuando es una comparación más falsa que un euro de plastilina. En Asturias con la tasa de producción de CO2 por habitante más alta de España (34toneladas habitante año) y con una política energética de aumento de las centrales térmicas, se ejemplifica que la producción masiva de energía sucia lo que supone en ealidad es un empeoramiento de la calidad de vida, pérdida de habitantes y de riqueza en la población. Hace 25 años nuestra renta estaba entre las 4 provincias más ricas del Estado Español. Hoy Asturias está al nivel de Murcia y no muy lejos de Extremadura. Cierto que algo tendrá que ver la reconversión industrial de hace más de 20 años; aunque entonces entraríamos en el debate de que en que han gastado los políticos los millones de los fondos mineros y para la reindustralización. Y lo cierto es que las cifras siguen sin mejorar, lo único que aumenta es la producción de CO2
Saludos y suerte
todos deberiamos remediar lo del cambio climatico por que es problema de todos y creo al igual k muchos que greenpèace es una asciacion k a llegado muy lejos y da ejemplo.
tanto ustedes como yo tenemos la suerte de vivir en este maravilloso planeta, piensenlo bien , los bosques verdes,su frescura…en cenizas.
los oceeanos azules, conlos hermosos delfines y la fauna marina….en aguas residuales y material de pesacaderia.
el aire limpio de las montañas… en smog y veneno para nuestros pulmones.
¿ ya se lo an pensado? que m dicen, ¿vale la pena?
Una cosa es sensibilizarnos a todos, cosa que hacen bien, pero…
¿No haría falta una poco más de trabajo de fondo en el frente político?
El desarrollo de las infraestructuras en el mundo occidental y posiblemente en el mundo industrial en general, esta empujado por las grandes estructuras de poder que por causas históricas no suelen tener demasiado interés en que cambie gran cosa. No es por apagar una bombilla que vamos a evitar el cambio que se parece avecinar. Necesitamos repensar nuestro mundo material y eso desde las necesidades actuales y no desde las posibilidades actuales solo. ¿Es deseable que tengamos que usar el coche para ir a comprar el pan sabiendo que un 14% del CO2 lo genera el transporte?
La urbanística española, con sus grandes desarrollos de los últimos 30 años, ha construido un mundo donde el coche se ha hecho imprescindible. Unas topologías que consisten en separar centros de trabajo, ocio, comercio, de los núcleos más antiguos donde la vida se hacia sin coche. Posiblemente hay que reconstruir esas estructuras y volver a unas infraestructuras mixtas, donde los desplazamientos se optimicen; donde no todo el mundo tiene que tener un coche para participar en la vida social, donde se puede llegar a los lugares de ocio sin tener que desplazarse demasiado porque están al lado de nuestra puerta, donde no todos los puentes hay que “ir de puente” porque la casa no es más que una caja de cerillas. Los antiguos núcleos siempre han tenido y siguen teniendo tales topologías mixtas. Solo los desarrollos de los últimos años han construido los grandes núcleos urbanos, centros comerciales, parques industriales y zonas comerciales alejados los unos de los otros y tan grandes que hay que emprender un viaje, preferiblemente en coche, para ir de uno a otro. Más todavía, parece ser como si cultiváramos personas para ocupar tales topologías igual como las hormigas cultivan sus pulgones en mis rosales.
¿Por qué Greenpeace no esta haciendo un trabajo de fondo susurrando a nuestros políticos, además de gritarnos a todos el mal presagio, como se puede hacer para que nuestros hijos puedan vivir sin tener que sacar el carné? Tampoco es tan complicado, solo hay que descentralizar, volver a lo fragmentado, a lo pequeño múltiple. Por supuesto que no tiene que ir en contra de los gigantes que hoy en día construyen nuestro paisaje urbano y porque no tener un Corte Inglés al lado de mi casa que solo tenga una o dos cajas. ¿A caso no van a poder gestionar la logística residencial mejor – entendemos por ello “con menor producción de CO2” – ellos que nosotros ciudadanos? Siguiendo esa línea reflexiva, ¿Por qué habría que beber una lecha francesa cuando se vive en Madrid? El capital ha arrasado a las estructuras locales y hoy resulta que las macro estructuras son insostenibles porque queman demasiado carbón de ciclo largo. Empujado por una ideología europea de liberalización del mercado – para proteger al consumidor supuestamente – nuestros mercados se han visto convertidos en unos macro-almacenes donde, nos ofrecen 14 marcas de mermelada y 26 de mayonesa, eso si, la mayoría de ellas habrán viajado más de 1000 km para llegar a nosotros.
Otro capitulo definitivo es el de las telecomunicaciones. Es obvio que ese gigante es un competidor que puede desafiar el baril de crudo en un mundo donde la vida no es movimiento sino acción pero lo malo es que tienen un interés común. En efecto, como humanos tenemos unas necesidades más allá del consumo espero. Esas necesidades, por lo menos en parte, se pueden satisfacer a distancia ya que hemos logrado comunicarnos a través de un lenguaje complejo que permite ser transmitido por vía electrónica por lo que no tenemos que vernos continuamente. Ahora bien, la vida es móvil y móvil es ya saben, pues menos móvil habrá que ser en un mundo “frío”. Comparo mi factura de telefonía móvil con la de mis comunicaciones fijas o observo que no hay demasiada diferencia.
Desde Greenpeace, espero que sean el lobby necesario en el frente político para que, por lo menos en el MITYC sepan que una línea de cobre es más verde que una antena en el tejado, y no lo digo por las radiaciones sino por los desplazamientos de los usuarios que ella supone.
Si no depende solo de nuestra voluntad personal. Construimos un mundo de dependencia del coche e igual como el fumador tiene dependencia, la desintoxicación del coche nos va a constar porque significa una reestructuración del mundo material que nos rodea. Espero que los mandos sepan hacerlo y que también les quiten las estatuas a Edison, a Otto y a Ford por favor
Quiero felicitar a Greenpeace por la presentación del libro Photoclima el cual me parece, a pesar de los comentarios que he escuchado en algún telediario, totalmente realista y para nada alarmista.
Quiero mostraros mi apoyo a vuestro trabajo, concretamente a este Photoclima, pero también a todas las demás acciones que lleváis a cabo, y enviaros ánimos en vuestra lucha por la defensa de nuestro medio ambiente.
Un cordial saludo.
Juan Antonio