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Archive for 18 de junio de 2010

En marzo de 2006, el escritor José Saramago escribió en el diario El Mundo un artículo conmovedor sobre un gesto protagonizado por su abuelo Jerónimo. El artículo, titulado «La despedida de Jerónimo Melrinho», contaba que su abuelo, al presentir su muerte, y antes de ir al hospital, se fue al huerto a despedirse de cada uno de los árboles que había cuidado y plantado. No se despidió de los animales, pero se despidió de su familia y de sus árboles como si todo fuese para él su familia.

Además de su defensa de los derechos y las libertades humanas, Saramago tuvo gestos en favor de los bosques que hacen que su despedida deje huérfanos también a estos seres. No sólo perdemos un excelente escritor, el fallecimiento de José Saramago es también la pérdida de un aliado.

Nos vienen a la memoria algunos momentos gratificantes. Todavía recordamos cuando le conocimos personalmente, a él y a su mujer Pilar del Río, en su casa de Malasaña y le explicamos, sobre una mesa llena de libros, el proyecto Libros Amigos de los Bosques, proyecto que él apoyó pidiendo a su editor que utilizara en las ediciones de sus libros “papel amigo de los bosques”.

O cuando el Premio Nobel de Literatura nos invitó en noviembre de 2005 a la presentación en Lisboa de las diversas ediciones de su libro Las intermitencias de la muerte. En su presentación del libro, Saramago hizo el mejor discurso nunca antes escuchado a favor de nuestro proyecto y pidió al sector editorial que se comprometiera a editar libros sin destruir los bosques.

No sabemos si Saramago tuvo tiempo para despedirse de los árboles de su jardín. En el año 2005 nos dijo “si todos los escritores decidimos apoyar esta campaña, veríamos una revolución en la manera en que se producen los libros hoy».

Esa revolución ya ha empezado. Y es la mejor despedida que Saramago ha podido hacer a los árboles.

Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace

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Hasta hoy habíamos visto algún pequeño iceberg a la deriva, pero nuestra sorpresa ha sido esta mañana cuando nos hemos levantado y hemos visto bastante hielo en el horizonte. Hemos seguido nuestro rumbo al Norte y ahora mismo nos encontramos rodeados de hielo. El paisaje ha cambiado bastante, ayer sólo veíamos un mar bastante agitado y hoy, en cambio, vemos el mar sin una onda, con finas capas de hielo cubriendo su superficie sobre las que descansan distintas especies de focas, las cumbres de unas montañas allá lejos en el horizonte y lo mejor de todo ha salido el sol! El paisaje es espectacular, navegamos despacio pero constante.

Desde que salimos del fiordo Magdalene nos hemos centrado en la campaña de pesca que estamos llevando a cabo. Durante dos días navegamos hacia el Norte hasta llegar a la zona pesquera que queríamos estudiar. El mar estaba tranquilo y pudimos disfrutar de un agradable fin de semana a bordo.

Durante el camino nos cruzamos varias veces con un barco pesquero Noruego. Es otro de los barcos que practica pesca de arrastre en estas aguas en busca de bacalao, hadock y halibout.

El sábado pudimos hablar por radio con el pesquero y nos concedieron una visita a bordo para el martes. Teníamos la idea de llegar allí con los botes, conocer el pesquero y documentar los datos de pesca que pudiesen facilitarnos como qué especies y qué tamaños capturan. Por desgracia al final el martes por la mañana se suspendió la visita, el mar estaba un poquito revuelto y nos comunicaron por radio que finalmente no podíamos llegar a visitar su barco…

Cuando llegamos a nuestro destino, lanzamos la cámara acuática que tenemos preparada para el estudio del fondo. Nos sorprendió muchísimo la cantidad de vida y color que encontramos bajo estas aguas heladas, en latitudes de 80N.

Hasta el momento, hemos filmado a más de 200 metros de profundidad en los que hemos visto multitud de estrellas de mar, esponjas, anémonas, hidrozoos, algas, kelps, calamares, bacalaos, hadock, red fish y corales. Y sí, es que aunque parezca mentira hay una gran diversidad en el fondo de los océanos y a pesar de estar en una zona completamente oscura se nos presentan colores rojos, amarillos, morados, blancos… Es increíble! Hasta el momento, estamos lanzando la cámara unas 3 veces al día, hemos diseñado varios transectos con los que pretendemos obtener una representación del fondo marino. Las imágenes de hoy, han sido de las más bonitos, a 80 metros de profundidad, campos de anémonas y esponjas viven bajo el mar helado.

En varias ocasiones, hemos podido observar las huellas que dejan los arrastreros en el fondo marino, son grandes surcos en el sedimento que producen un fuerte impacto ecológico. En las costas de Svalbard, a pesar de su gran valor ecológico y su vulnerabilidad ante el cambio climático y la contaminación, no existe una regulación específica de pesca por lo que, aunque está considerado como una zona de especial vulnerabilidad por el gobierno Noruego, puede practicarse la pesca de arrastre en todo el sector. Es por esto, que esperamos que toda la documentación que estamos obteniendo sirva para realizar una gestión oficial adecuada de los recursos pesqueros en esta zona que es una de las pocas que quedan sin sobreexplotar.

A bordo del barco Esperanza, en el Ártico, Tatiana Nuño Martínez, voluntaria de Greenpeace

– Blogs relacionados:
* Diario de a bordo/ Documentando la pesquería del Ártico
* Bitácoras/ Llegando al Ártico a bordo del buque Esperanza

Campaña de Océanos de Greenpeace

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