Los defensores de la energía nuclear andan estos días de los nervios. Después de años pidiendo que se abra el debate nuclear (cosa que yo nunca entendí ya que lleva decenios abierto), ahora resulta que sólo querían debate si el resultado final era el que ellos habían planificado.
No es de extrañar, ya que cuentan con gran cantidad de recursos económicos. Sólo la pequeña central nuclear de Garoña genera unos ingresos de unos 250 millones de euros al año que se reparten Iberdrola y Endesa. Supongo que algo de dinero suelto quedará para que el lobby anime el debate. A día de hoy, sin embargo, parece que el tiro se les va por la culata.
Leyendo el libro de Alfonso Guerra ‘Dejando atrás los vientos’, aprendí que desde hace muchos años en el PSOE anida un sector más apegado al poder económico, que a sus compromisos con los electores. En su día se les llamó la beautiful people, y siempre tuvieron en Felipe González a su mejor valedor. No es de extrañar que salgan ahora nuevamente defendiendo la continuidad de Garoña, al fin y al cabo, están donde siempre estuvieron. Al menos Zapatero pone en valor su promesa electoral. Sin duda eso le honra.
Entre los efectos colaterales positivos de este debate, hay alguno que es curioso. Por ejemplo he visto en Libertad Digital un artículo defendiendo el cumplimiento de Kioto para justificar la continuidad de la nuclear. Así que, por un día, han dejado de lado el negacionismo del cambio climático, aunque sea para defender la nuclear. No está mal.
Lo del PP ya lo sabíamos. Son defensores de la energía nuclear. No debieran olvidar que Aznar cerró Zorita, así que las diatribas de Rajoy sobre el caso, deben ser también aplicables a su mentor. En todo caso debieran explicar a los electores los líderes del PP cuántas centrales quieren construir y dónde; dónde pretenden ubicar esos inocuos residuos radiactivos de alta actividad, o cuál es su plan para las energías renovables. A ver si las ven tan mal que se van a poner a desmontar un sector que avanza a buen ritmo en España.
Así que la vieja Garoña está rindiendo un último servicio al país antes de ser cerrada: el de que cada cual explique en blanco y negro lo que piensa de la energía nuclear. Parece que con poco éxito para sus defensores. No puedo decir que lo sienta.
Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España
El problema es que la gente está más preocupada sobre si Fernando Alonso ha utilizado neumáticos gordos o finos (o como se diga), o reductor de no sé qué, que sobre lo que los poderosos hagan y el peligro que se les cierne alrededor…
Es necesario cerrar Garoña y todas las centrales que existen en el mundo, porque es muy bonito defender la energía nuclear y vivir a cientos de km. No comprendo porque se dice que es rentable una energía que puede causar estragos en la humanidad, y que es limpia y barata, teniendo en cuenta la cantidad de residuos radiactivos que genera y que la gestión de dichos residuos no se tiene en cuenta para el cálculo de lo que cuesta producir la energía. Es una vergüenza. Porque la opinión pública no sabe los datos reales? Quién se encarga de ocultarlos?… GAROÑA CIERRE YA!!!
Garoña no se va a cerrar.
El presidente del gobierno comenzó su legislatura prometiendo cosas que no había estudiado adecuadamente, negó la crisis hasta que fué demasiado tarde e incrementó el gasto público hasta límites fuera de toda lógica. El resultado de todo lo anterior, si entrar en más detalles, es un argumento que no entiende de ecologismo, sostenibilidad, ni promesas; Déficit, y más concretamente deuda energética.
Pongan en Google esto último,y lean. Eso es lo que ocurrirá con garoña.
arriba las alternativas, el otro dia vi un reportaje sobre las solares por concentracion y por primera vez españa estaba entre las pioneras mundiales. Un saludo.